domingo, 14 de agosto de 2011
En el suelo las estrellas
No sería descabellado pensar que, como Las Vegas, la plaza San Martin de Tres Arroyos se pueda llegar a ver desde la luna. Ambas de noche por supuesto.
Si uno se para en cualquiera de sus esquinas, si es en la vereda de enfrente, mejor, creerá que el cielo nocturno y todas sus estrellas se ha caído frente al palacio municipal. Podrán observar, con visión periférica, la cantidad excesiva de luces. Y luego, profundizando más, descubrirán que hay muchos grupos de faroles en tríos y cuartetos muy cercanos entre sí, conformando una armonía y alumbrando un mismo sector, que individualmente, aunque mas tenue, alumbraría igualmente, si se lo elevara lo suficiente.
Seguramente las lámparas son de bajo consumo. Pero no critico el gasto que signifique, si no, que hay otras plazas que a uno le da la impresión de que tal vez pueda haber animales salvajes, como por ejemplo la plaza Pellegrini, donde apenas se destacan dos minas navales y el monumento a los bomberos voluntarios, situada entre las calles Azcuénaga, Bolívar, Rodriguez Peña e Isabel La Católica, y que carece hasta de árboles.
Recientemente un amigo, hombre de campo y aficionado a la fotografia (a quien le pedí una foto para ilustrar este post y nada...), me dijo que ahora puede llevar a sus hijos a jugar a la plaza. No me aclaró si iba de día o a las tres de la mañana. La cuestión es que no creo que la luminosidad repela a los malhechores hoy en día. Al contrario, si yo fuese chorro me gustaría ver las pilchas, la cara y el tamaño de la probable víctima. Y sabría perfectamente que a altas horas habría pocas presas.
Varias veces he cruzado la plaza durante dias de semana, entre las 2 y las 6 de la mañana, y jamás ví una familia ni niños jugando o montando sus bicicletas o patinetas. Y les juro que muchas pero muchas horas, esa vista futurista con incluso la fuente lanzando agua, no es observada por nadie. Pero por nadie nadie.
Ojalá sea como la luz interna de las heladeras, preferentemente las modernas y las sanas, que uno no sabe a ciencia cierta si la misma continúa prendida o se apaga al cerrar la puerta. Por mas dispositivo que tenga. Si no lo veo, no lo creo.
Tal vez los cientos de faroles de la plaza y su fuente se apaguen cuando nadie los mira, como supuestamente lo hacen los de las heladeras. Tal vez el interruptor está en las calles afluentes a la plaza en valdosas colocadas estratégicamente, y que al pisarlas se activan, o tal vez tengan empleados camuflados o escondidos con un control remoto observando si viene alguno. De ser así la plaza estaría generando empleo. Pero sinceramente no creo que se apaguen. Estoy casi seguro que carecen de cualquier intermitencia durante cada noche.
Y en cuanto a lo de la heladera, dejaré dentro una cámara o celular que filme y me quitaré esa duda en otro momento. Ahora estoy escribiendo.
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No comparto tus conceptos. Siempre van a faltar muchas cosas por hacer, pero eso no quiere decir que no se hagan otras por la falta de acción en otras.
ResponderEliminarCarry on with this works, it´s great!
Ceferino Grizzly