domingo, 19 de diciembre de 2010

Divide o reinaran.


 Muchos acusan al clima político del país actual de "dividir al pueblo", ignorando maliciosamente al decirlo, que el país, aún cuando aún no era tal, está dividido desde antes que llegara el hombre blanco, sumando otro cociente. Supongo que entre aborígenes se habrán dado buenas tundas también. Nunca hubo homogeneidad en estas tierras, ni la habrá a menos que nos obliguen extraterrestres (¡Tierra o Muerte! ;p). Pero remitámonos a la actualidad. A las últimas décadas.
 Alguien con muy poco sentido común, ya se dá cuenta que, a grandes razgos, los habitantes de la República Argentina no tienen las mismas características, ni económicas, ni culturales, ni intelectuales, seguramente influídas unas por otras. Difícil es que un cartonero sepa hacer una página web. O qué es, entre otras cosas.
 En la actualidad, la gente medianamente educada, aquella que sufragiará autoconvocada, sin sugerencias explícitas, lo sabe, pero no quiere que los demás sepan que lo sabe. Pues la división actual requiere que las parcialidades adopten discursos cómodos, en algunos casos absurdos, en otros malintencionados, en otros ambos juntos y en otros lo contrario de cada uno, también con todas las combinaciones. Unos dan excusas, otros razones. Cada uno sabe cuál es cuál.
 Por ejemplo, el tema Papel Prensa o  la ley de medios o la ley de medios K. "Está todo arreglado" dicen los escépticos (por no decir otra cosa), y también los "neutrales" que han adquirido ese tipo de discurso, aún sabiendo la diferencia entre gobierno y estado, y aún sabiendo del estrecho lazo entre la dictadura militar y los diarios y canales mas masivos. Estrecho lazo por no decir, que de ser bebés, serían siameses. Y que solo uno de ellos ha perdurado visible y se ha desarrollado. El otro se encogió (¿o acogió?) en la espalda del mas grande como un quiste, dejando el verde oliva oculto bajo las ropas de nivel ejecutivo.
Acerca de eso, también hay otro discurso armado, sembrado en la gente común. La confianza a los monopolios o victimización. Monopolios, que según un poco serio periodista, monopolio no puede ser una palabra pluralizable. O sea, mono es uno y no puede haber mas. Como si solo pudiera haber un individualista en todo el planeta. Que bien le hubiese ido al comunismo con esa teoría.
 Todos lo saben, pero igualmente, sin que nadie les pague o beneficie de manera alguna, intentan concebir que todo está arreglado, y apoyan directa e indirectamente (al mismo tiempo) a los que hicieron mas cagadas que la misma iglesia cuando quemaba gente, cuya hilacha se ve desde la luna, como Las Vegas o la muralla china. De ahí nace otro discurso, que dice que "por no estar de acuerdo con una cosa, sos enemigo". Como si querer que se "deje en paz" a Marcela y Felipe fuera una actitud neutral.

Si no queres que te cataloguen de facho o gorila, pues no digas cosas del tipo: "¡derechos humanos para todos!", "dejenlós, ya pasó hace mucho" o "¡devuelvanlos al altiplano!", etc. Ni lo pienses. Porque estos adjetivos son para las personas, no para las palabras.
Hazte cargo que no estamos divididos, sino que somos. Y hazte cargo de lo que eres sin vergüenza alguna. Estamos en democracia y sí hay libertad de expresión. Fascista no es una mala palabra ni gorila. Es solo un adjetivo que resume una visión. Si yo fuera eso, lo diría orgulloso, porque supongo tendría mis razones para serlo. Si crees que es despectivo es porque crees que estás equivocado. Y si estás equivocado, ¿Porqué insistís?

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